sábado, 11 de mayo de 2013

La Reina ha abdicado, viva El Rey!



El 30 de abril pasado se celebró el último día de la reina Beatrix, y se llevaron a cabo las ceremonias de iniciación y coronación del nuevo rey, Willem-Alexander.

Fueron 24 horas largas, intensas y seguramente agotadoras para la monarquía holandesa. La televisión nacional hizo una muy buena cobertura de cada uno de los actos oficiales, lo cual facilitó el seguimiento y entendimiento de tan abundante y riguroso protocolo.

Las actividades arrancaron el lunes por la noche con una cena para invitados especiales en el Rijksmuseum, uno de los museos más grandes, famosos e impresionantes de Holanda. Los anfitriones fueron la reina Beatrix, su hijo y entonces futuro rey Willem-Alexander y su nuera y entonces futura reina Máxima, de origen argentino. Los invitados fueron representantes de la realeza de todo el mundo. 
¿Qué se sentirá cenar mientras se es observado por pinturas de Rembrandt, Vermeer o Steen? Demasiada historia, lujo, arte y majestuosidad.




Al día siguiente el Palacio Real en la famosa plaza Dam fue testigo de un acto oficial donde la reina firmó la abdicación en favor de su hijo mayor, Willem-Alexander. Alrededor de una larga mesa cerca de 20 personas esperaron de pie a la reina, su hijo, su nuera y sus nietas, quienes entraron y fueron saludando de mano, uno a uno, a todos los asistentes. Después de algunos minutos de darle la vuelta a la mesa, se sentaron (sólo después de que la reina y su familia lo hiciera) e inició la lectura y firma del documento oficial donde la reina abdica a favor de su hijo. Guardando toda proporción, algo así como ir a la oficina de un notario para que dé lectura y luego todos firmen… sólo que en lugar de salir con un testamento oficial, sales con el título de rey! Después de la firma, una emocionada ex-reina, ahora princesa, salió al balcón a presentarle al pueblo a su nuevo rey.

Video: http://www.euronews.com/2013/04/30/queen-beatrix-abdicates-in-favour-of-her-son/

A mediodía, en la iglesia que está al lado del Palacio Real se llevó a cabo la ceremonia de iniciación, que no es lo mismo que una ceremonia de entronización. De acuerdo al protocolo real, no hay ningún poder superior al poder del rey, salvo el poder divino, el poder de Dios. En Holanda, la reina no representa el poder divino, (a diferencia de la reina Isabel en el Reino Unido, por ejemplo) con lo cual, nadie puede coronar al nuevo rey, sólo se inició.

En cualquier caso, la ceremonia estuvo rodeada de pompa y circunstancia. El lujo era evidente. A dicha ceremonia asistió la clase política de Holanda (Primer ministro, cámara alta y cámara baja) así como los representantes de la realeza mundial. Un dato interesantísimo dictado por el protocolo es que como el rey todavía no era rey, no puede invitar a reyes. Todavía no son iguales, no son de la misma condición, así que no estuvieron presentes la reina Isabel, ni el rey Juan Carlos, ni ningún otro rey o reina del mundo. Sólo príncipes y princesas. En las próximas semanas el flamante rey y su reina viajarán por el mundo para presentarse con los reyes... No cabe duda que en todos lados hay niveles!!


Por más que no sean reyes o reinas, los príncipes y las princesas son todo un espectáculo. Al más puro estilo de los Óscares, uno por uno iban llegando a la iglesia por la alfombra roja (que en realidad era azul), posaban para los fotógrafos y luego desfilaban hasta su lugar asignado en la iglesia. Todo el país criticando/admirando/observando cómo caminan, si van de la mano de su pareja o no, si el vestido es bonito o no, si se ven elegantes, si se ven viejos, etc.



Cuando el príncipe Carlos y Camila hicieron su aparición, muchos no pudieron dejar de sentir algo de lástima... pareciera que "el pobre" nunca va a ser rey. A la reina Isabel, su mamá, no se le ven muchas ganas de abdicar y si lo hiciera, parece más probable que sea en favor de su nieto que de su hijo!!
Por lo pronto, Charles y Camila tuvieron que asistir a la Iniciación de un rey de tan solo 46 años... el rey más joven de Europa, por cierto.

Para el de la tecla, plebeyo mexicano con nula formación en esto de la realeza, fue sorprendente ver la cantidad de príncipes y princesas que hay por todo el mundo... algunos por cierto no tienen mucho porte real... si es que existe tal cosa como un porte real definido... Pero asumamos que todos se convierten en sapos o ranas... asumamos que habría varias interesadas e interesados en besarlos para verlos convertirse en príncipes y princesas, como en los cuentos... creo que más de uno se llevaría una decepción al tener enfrente al recién re-convertido príncipe/princesa... no todo es como en los cuentos de hadas!

Regreso a la ceremonia. Después de todo el desfiladero real viene la parte del juramento. El rey jura que va a “Defender y preservar la independencia y territorio del estado, con todos sus poderes"… “Juro que protegeré la libertad general e individual y los derechos de todos mis súbditos y usaré todos los medios que me son concedidos por ley para preservar y promover la prosperidad general e individual como corresponde a un buen rey… con la ayuda de Dios todopoderoso”. 



Y después de él todos los miembros del gabinete y de las cámaras alta y baja tienen que jurar. Todos. Todos. Más de 100 personas. Así que alguien iba nombrándolos y uno por uno juraba. En traducción libre y salvaje, sonaba algo así como:
- García!
- Prometo!
- Pérez!
- Prometo!
- González!
- Prometo!
Uno por uno.

Lo más interesante de los casi 45 minutos que duró el trámite fueron dos cosas:

  1. La inevitable crítica. Que si estaban nerviosos, que si iban bien vestidos, que si estaban despeinados, que si se abrochaban el botón del saco, etc. 
  2. Había 2 formas diferentes de jurar. Una para los religiosos y otra para los no religiosos:
    • Los religiosos decían: Zo waarlijk helpe mij God almachtig (Con la ayuda de Dios todopoderoso) 
    • Los no religiosos decían: Dat beloof ik. (Lo prometo)

Por la tarde, el rey y su familia salieron a dar un recorrido en bote para saludar a las miles de personas que se reunieron para verlos y para disfrutar de un espectáculo montado en su honor.

Arrancaron con una canción que se compuso especialmente para la ocasión y que fue interpretada, desde Rotterdam, por algunos de los cantantes más reconocidos del país. Ese fue el inicio de un recorrido donde se recordaron los logros deportivos del país en los últimos 46 años (edad del rey) y que siguió con representaciones en su honor de diferentes artistas, desde campeones olímpicos ejecutando su rutina hasta la filarmónica interpretando el Bolero de Ravel, pasando por obras musicales, ballet, un barco gay. Como parte del recorrido y siendo una de las últimas paradas, el DJ más famoso de Holanda (tal vez del mundo?) Armin van Buuren, estaba iniciando su actuación primero acompañando a la filarmónica con el Bolero de Ravel y luego animando a la gente con su música. El rey decidió que era un buen momento para romper el protocolo y pidió que pararan el barco. Para qué? Para que él, su esposa y sus hijas pudieran acercarse al reconocido DJ y lo pudieran saludar personalmente, de mano, no a la distancia.

La logística no fue sencilla. Eso de parar el barco real, apear a 3 princesitas, una reina y un rey en medio de una nutrida multitud no es cosa fácil... pero El rey había hablado y su deseo se cumplió. Saludaron a Armin y a la gente, y regresaron al barco para llegar a la última parada del día y de la larga fiesta, una cena con invitados de honor.



Los holandeses en general estaban muy contentos. Parece que cerca del 80% está a favor de mantener la monarquía. Los republicanos no son tantos. De hecho, se destinaron 7 lugares en todo Amsterdam para que los grupos anti-monárquicos ordenadamente se manifestaran. Pero casi nadie se apareció por ahí.

     Evento interesante, de esos que se ven una o dos veces en la vida (Coronación del rey o reina de tu país). Este evento fue doblemente especial. Argentina sigue siendo protagonista mundial, el mejor jugador del mundo, el Papa… y ahora la primera reina latinoamericana!